El tema del conflicto ha interesado desde siempre a los individuos y a la sociedad.
La Biblia abre la historia humana con un relato conflictivo:
Dios pone al hombre en el paraíso terrenal dotado de mil dones, pero formula una prohibición: no comer el fruto del árbol del conocimiento y del bien y el mal. La serpiente tienta a Eva, Eva a Adán, ambos desobedecen, se avergüenzan y esconden. Dios los castiga expulsándolos del paraíso a luchar por su subsistencia.
Los primeros hijos de la pareja original, Caín y Abel, riñen y el conflicto termina enasesinato.
Los tres primeros siglos de cristianismo son épocas de persecuciones sangrientas y crueles, símbolo del conflicto con el paganismo que se resiste a morir.
Si del mundo bíblico pasamos al mundo griego, nuestra
reflexión batalla: actividad y pasividad, audacia y temor, dependencia e independencia, optimismo y pesimismo, ambición y resignación, vida y muerte, y mil contrarios más.
Reflejo de esta concepción y de la experiencia humana, es el teatro griego.
En efecto, ¿qué es el drama?,¿qué es la tragedia, sino
conflictos enmarañados? Por esencia, el drama y la tragediaviven del conflicto.
Se sabe que hay conflictos entre padres e hijos, hermanos; parientes políticos, jefes y subalternos, compañeros de trabajo, socios industriales y sectas religiosas.
¿Quién de nosotros no ha sabido por experiencia, una y cien veces lo que es el conflicto?
No solo se habla de que hay personas conflictivas,
situaciones conflictivas y conflictos institucionalizados. La verdad es que el conflicto es la esencia misma de la vida.
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